¿Qué es un «Psicopompo»?

Como hoy he recibido algunos mensajes privados preguntándome qué era un Psicopompo, voy a dar una breve explicación.

Un «Psicopompo» es, en líneas generales, alguien que conduce a las almas en su tránsito al Más Allá, el Cielo o el Infierno, dependiendo de las religiones. La voz proviene del término griego «ψυχοπομπóς«, que quiere decir, literalmente, «conductor de almas».

En algunas culturas esta acción es desempeñada por diferentes animales, deidades, espíritus o seres preternaturales como ángeles, demonios o El_perro_negro-476301983-largeelementales. En otras, como la celta por ejemplo, es función del chamán o el druida hacer este tránsito a modo de guía. Para ello, el psicopompo entra en un estado alterado de conciencia en el que viaja al otro plano donde ayudado por sus guías espirituales y sus animales de poder ayuda al alma desencarnada a encontrar el camino, e incluso en algunos casos a renacer.

Frecuentemente el psicopompo ayuda al alma del muerto a salir de su letargo o de aquellos espacios donde se encuentra atrapada en sus ensueños, o incluso sin ser consciente de que ha fallecido.

También en la cultura escandinava las propietarias de este trabajo son las walkirias, que son las encargadas de conducir al Valhala y al Fólkvangr a las almas de los guerreros, y repartían la mitad a Odín y la otra mitad a Freyja, de tal manera que ambos dioses tuvieran un poderoso ejército de cara al Ragnarök, o Batalla del Fin del Mundo, en donde se enfrentarán a Loki y sus huestes, y donde previsiblemente casi la totalidad del Universo quedará destruido. En otras religiones, como decía más arriba, el psicopompo es un Maestro Ascendido, un animal totémico, un ser preternatural o un dios. Así, por ejemplo, encontramos funciones de psicopompo en personalidades relevantes del Cristianismo y el Islam, tales como Jesús, la Virgen María, san José (patrón de la «buena muerte») o el propio Mahoma.

images (7)Por otro lado, son muchos los animales que han sido transmisores psicopompos durante el tiempo. Perros, chacales, lobos, leones, caballos, ciervos, gorriones, cuervos, búhos, delfines, gatos y mariposas han sido considerados guías hacia el Otro Lado durante siglos. Cabe hacer una mención especial al perro, sobre todo negro, que en infinidad de culturas ha sido el guía del ser humano hacia el Más Allá. Así, en Egipto al Señor de la Necrópolis, Anubis, se le representa con cabeza de perro negro egipcio (aunque en otras ocasiones aparece como un chacal), y en muchas otras ocasiones es representado como un perro sentado a la diestra de Isis.

El perro también acompaña a Hermes y Hécate en los ritos herméticos griegos, y como forma de guía hacia el Más Allá. Además, un perro con tres cabezas, el Can Cerbero, guarda la puerta del Infierno griego.

También es importante en la cultura nórdica y sobre todo en la irlandesa, donde el perro y el cuervo acompañan a Morrigan, diosa de la muerte y la regeneración, como guías al Mundo de los Muertos. De hecho, no es raro encontrarse imágenes de la majestuosa Morrigan vestida impecablemente como guerrera y escoltada por tres perros y dos cuervos, uno en cada uno de sus hombros.

En estos últimos casos, en las culturas netamente europeas, se suele adjudicar esta cualidad de tránsito a las deidades que forman triadas, tales como

images (6)Hékate, Morrigan, Brigid, o Diana, siempre femeninas, siempre con relación a la Luna, y siempre acompañadas por estos animales, los cuales hacían de verdaderos guías.

Como he dicho más arriba, también los seres humanos, en concreto los iniciados en los ritos atávicos más arraigados por todo el mundo, tenemos la facultad de erigirnos en psicopompos. Así chamanes, sacerdotes, druidas, etc podemos acceder a este conocimiento ancestral. Para ello, deberemos tener «permiso» del Mundo Astral, así como de nuestros maestros en la Tierra y guías en los otros planos de existencia, y haber descubierto nuestro animal o animales totémicos, los cuales serán los que verdaderamente nos guíen por la Gran Oscuridad.

En algunas culturas es obligatorio dar elevados honorarios al oficiante, mientras que en otras este trabajo se hace de forma totalmente gratuita.